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INFO:
💬 “No eres tus pensamientos. Tu cerebro está haciendo su trabajo.” Muchas veces repetimos historias internas como si fueran verdades absolutas. Pero una gran parte de lo que pensamos no es elección consciente, sino actividad automática de la Red Neuronal por Defecto (DMN): esa parte del cerebro que recuerda, interpreta, anticipa y repite patrones aprendidos. Por eso, ponerle nombre al cerebro puede ser útil. No porque sea otro “yo”, sino porque crea distancia saludable entre tú y tus pensamientos automáticos. A eso se le llama defusión cognitiva. Cuando dices: ✖️ “Soy un desastre.” y lo cambias por: ✔️ “Mi cerebro está trayendo la idea de que soy un desastre.” tu cuerpo cambia. Se activa la corteza prefrontal (claridad, perspectiva) y baja la reactividad de la amígdala (alarma emocional). Es literalmente neuroregulación en tiempo real. No es escapar de uno mismo. Es recordarte que tu mente aprendió cosas que ya no representan quién eres hoy. Nombrar al cerebro es una forma de decirte: 🌿 “No tengo que creer todo lo que pienso.” Y ahí empieza la libertad. 📚 Referencias • Andrews-Hanna, J. et al. (2014). The Default Mode Network and Self-Generated Thought. • Hayes, S.C. (2012). Acceptance and Commitment Therapy. • Kross, E. et al. (2014). Self-distancing reduces emotional reactivity. Si quieres aprender a observar tu mente sin que te arrastre, y entrenar una relación más amable y consciente contigo, ven al taller del 15 de noviembre. Te puedes inscribir en el link de mi perfil o escribirme directo por WhatsApp 🌿